Destinos vacacionales 100% verdes (III): viajar con niños

Desde el verano de 2014, nuestras recomendaciones viajeras, incluyendo la última en Semana Santa, se centran en destinos y alojamientos que fomentan la eficiencia energética y un contacto respetuoso con la naturaleza, descubriendo joyas cercanas. Esta vez, pensamos en quienes viajan con niños, quienes suelen preferir experiencias distintas a museos y rutas turísticas. Proponemos actividades que les enseñen de manera divertida, como entender de dónde vienen realmente los alimentos.

Otra de las cosas que puede fallar cuando viajamos con niños, sobre todo si son muy pequeños, son los trayectos demasiado largos o el hecho de tener que coger el avión. Por eso en este post os propondremos destinos cercanos, que os parecerán de lo más exótico si sois muy de ciudad.

Vilar Rural de Cardona, Barcelona

Este destino forma parte de una agrupación de tres Vilars Rurals (casas rurales) situados en diferentes provincias catalanas y que ya desde su página web se presentan como Baby Friendly, además de mostrar el sello que los avala como Destino de Turismo Familiar. Evidentemente, todos podemos llevar a nuestros niños a (casi) cualquier alojamiento, pero hablamos de estancias y entornos especialmente indicados para viajar con ellos.

El Vilar Rural de Cardona (provincia de Barcelona), a parte de estar en contacto directo con la naturaleza (de la que destacan las minas de sal), tiene actividades únicas para hacer con los peques. Además de disfrutar de actividades en el huerto, en la granja o practicar todo tipo de deportes, en este alojamiento los niños podrán convertirse en pequeños científicos.

Disponen de varias actividades diseñadas y supervisadas por profesionales de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) con las que padres y niños pueden experimentar en áreas tan diversas como astronomía, meteorología, química, física, geología o sostenibilidad. ¡Esto es aprender jugando y lo demás son tonterías!

Hotel bioclimático Sabinares del Arlanza, Burgos

Sabinares Arlanda

Este singular hotel se encuentra en Puentedura, un pueblecito de la provincia de Burgos, junto al parque natural de La Yecla y los Sabinares del Arlanza. El Arlanza es el río que baña la región y los sabinares unos bosques poblados por sabinas, en este caso de los más extensos de Europa.

Para adaptarse a este bonito entorno natural de la forma menos intrusiva posible, en la construcción de este hotel se han basado en la arquitectura bioclimática. Eso quiere decir que tanto los materiales de construcción como los sistemas de calefacción, ventilación y gestión de residuos han sido diseñados para aprovechar el clima y los recursos locales e impactar lo mínimo posible en el entorno. Disponen también de un techo verde y de un sistema de geotermia que mantiene el alojamiento fresco en verano y caliente en invierno de forma natural. Tienen talleres en los que explican todo esto a grandes y peques, además de huerto y granja para los que también ofrecen visitas guiadas y talleres.

La Hórreo Aventura, en Asturias

Hórreo Aventura

Nos vamos un poco más al norte, en la localidad Asturiana de Villaviciosa, donde encontramos un complejo pensado para los fans más exigentes del turismo rural. Se trata de La Quintana de la Foncalada, un conjunto de agroturismo que ha recibido varios premios a la innovación turística. La verdad es que cuando conoces cosas como la Hórreo aventura entiendes por qué.

Te dan la posibilidad de dormir en un hórreo tradicional, una pequeña construcción elevada, típica de Galicia y Asturias, pensada para conservar cereales y otros alimentos fuera del alcance de los animales, resguardándolos también de la humedad del suelo. Estos hórreos han sido totalmente rehabilitados, cuentan con cómodos colchones ¡e incluso con Wifi! Es una oportunidad única de dormir en plena naturaleza, observando las estrellas y disfrutando de un estupendo desayuno ecológico por la mañana. Además de esta aventura, que ya de por sí es una experiencia diferente para los niños, lo que más les gusta a los peques que visitan este complejo es el contacto con los caballos asturianos o asturcones, que además se pueden apadrinar.

Esto es sólo un aperitivo de todo lo que puedes hacer con tus «locos bajitos» este verano «sin necesidad de tomar el barco o el avión» y consiguiendo que se conviertan en pequeños fans de la sostenibilidad :)

Comentarios Nuevo comentario
Deja una respuesta