Qué es una Smart City… y 7 aspectos en los que te afectará

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La visión de las ciudades como entidades capaces de autoorganizarse mediante tecnología avanza, dando lugar a las Smart Cities. Un claro ejemplo es la Smart City Expo World Congress 2016 en Barcelona, donde ciudadanos, empresas e instituciones exploran la sinergia entre urbanismo y tecnología. Hoy exploramos cómo la planificación inteligente de nuestras ciudades impactará en 7 aspectos de la vida urbana, demostrando que la sostenibilidad va más allá de la energía verde. :)

Empezando por el principio… ¿qué es una Smart City?

Las smart cities (ciudades inteligentes en inglés) son ciudades que tienen como objetivo optimizar al máximo la eficiencia energética y los recursos en todos los aspectos urbanos hasta ahora desconectados de los demás. También llamadas ciudades eficientes, son ciudades con un desarrollo urbano planificado basado en la sostenibilidad que son capaces de responder a las necesidades básicas de los propios habitantes en todos los planos: ambiental, social, cultural…

En muchas ciudades ya se están implementado medidas para avanzar en esta dirección. Prueba de ello son los muchos ejemplos que se tratarán en el congreso de Smart Cities. Además, como ya explicamos anteriormente aquí, hay muchos aspectos sobre los que trabajar para aplicar los avances tecnológicos disponibles y convertir en inteligentes nuestras ciudades. Esto, por supuesto, producirá cambios en nuestra manera de relacionarnos con la ciudad. ¿Quieres saber cuáles?

Los 7 cambios que notarás cuando tu ciudad sea “smart”.

  1. Aumentará la participación ciudadana en las decisiones comunes

Las nuevas tecnologías móviles e Internet nos permitirán ser más conscientes de lo que ocurre en nuestra ciudad, y con ello ser también parte más activa del cambio. Las nuevas tecnologías nos permitirán poner nuestro granito de arena para ayudar a construir nuestra ciudad y opinar sobre ello.

  1. Los trámites con la administración serán mucho más rápidos y sencillos

El hecho de que todas las administraciones estén interconectadas junto con nuestros teléfonos inteligentes, nos permitirán tramitar y consultar los trámites de forma mucho más sencilla y rápida, sin necesidad de desplazarse o tener que hacer largas colas.

  1.  Habrá menos contaminación

Este cambio nos alegra especialmente. Y es que los niveles alarmantes de contaminación tienen los días contados: el estudio de los movimientos de población dentro de una ciudad mejorará su gestión, a favor del transporte público, así como la extensión del vehículo eléctrico en nuestras ciudades, que permitirá que el aire que respiremos sea, precisamente, más “aire”. Además, junto con los diferentes sensores (muchos de ellos ya existentes), se podrá monitorizar la calidad del aire o del agua, detectando una posible contaminación en tiempo real.

  1. El tráfico en las ciudades disminuirá

El tráfico será más fluido, menos contaminante y además la respuesta ante posibles accidentes de tráfico será más rápida. Otro cambio que provocarán las tecnologías de la información será el tiempo que destinamos a aparcar, puesto que buena parte del tiempo de conducción en las ciudades se destina a este fin. ¿¡Os imagináis tardar dos minutos en encontrar un hueco para aparcar!?

  1. La recogida de basuras será inteligente

Ya hay ciudades que han instalado sensores en los contenedores de basura que permiten saber cuándo están llenos. De esta forma, la ruta del camión de la basura puede verse modificada de forma eficiente… aunque tal vez nos sigan despertando a las siete de la mañana :)

  1. Estaremos más prevenidos ante grandes lluvias o inundaciones

El seguimiento de las condiciones atmosféricas nos permitirá estar prevenidos ante posibles inundaciones, así como la monitorización en tiempo real de incendios o tormentas. Además, a nivel de infraestructuras se avanzará hacia la construcción de edificios subterráneos más protegidos frente a este tipo de fenómenos.

  1. Un uso eficiente de la energía nos permitirá un gran ahorro en las arcas públicas

Gracias a esta monitorización tecnológica, se podrá desde detectar inmediatamente cualquier fuga en las tuberías de la ciudad, instalar farolas de bajo consumo que se encienden cuando pasa alguien o, por ejemplo, ¡saber los patrones de consumo de energía de todos los edificios públicos para su optimización!

Hay que tener en cuenta también que todo el ahorro generado en estos siete puntos se puede revertir, de nuevo, en mejorar la ciudad… y así sucesivamente. Con esta visión de ciudad, son los avances en tecnología los que se ponen al servicio de la imaginación para construir la ciudad que queremos. Una ciudad sostenible, que no desperdicie recursos y que cuide a sus ciudadanos. ¿Estáis preparados? ¡El futuro ya está aquí! :)

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