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La carga rápida de un coche eléctrico se consigue con cargadores específicos a los que llamamos puntos de recarga rápida, los cuales disponen de potencias superiores a 7,4kW, pudiendo llegar en algunos casos hasta los 350kW.
Estos cargadores rápidos permiten una velocidad de carga superior a los puntos de carga de coche eléctrico "convencionales" o "semi-rápidos", que tienen capacidad de cargar hasta 7,4kW (32A), y por supuesto son más veloces que los cargadores de carga lenta que se realiza a través de un enchufe normal (hasta 2,2kW o 10A).
Los puntos de recarga rápida de coche eléctrico se cargan con corriente continua y suelen ser de acceso público y se localizan en puntos estratégicos como vías de alta capacidad. Si bien es cierto que pueden llegar a recuperar hasta el 80% de carga en tan solo 30 minutos, la mayoría de fabricantes no recomiendan las cargas rápidas para coche de manera habitual, alertando de los efectos negativos de la carga rápida en el rendimiento y la durabilidad de la batería. No obstante, si su uso se realiza ocasionalmente y se alterna con una recarga convencional con puntos de carga semi-rápidos, no debería suponer ningún problema para la vida útil de la batería.
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Para ahorrarte tiempo, hemos recopilado algunas de las preguntas que más nos hacéis.
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